En un mundo donde cada vez más operaciones pasan por canales digitales, la ciberseguridad dejó de ser un tema exclusivo de grandes corporaciones. Hoy, cualquier pyme, desde una distribuidora hasta un e-commerce en crecimiento, está expuesta a ataques que pueden comprometer datos sensibles, frenar ventas y dañar la confianza de sus clientes.
La buena noticia es que protegerse es posible. No hace falta una infraestructura gigantesca ni presupuestos inalcanzables: se trata de adoptar prácticas simples y consistentes que fortalezcan la seguridad del negocio.
1. Capacitar al equipo: la primera línea de defensa
El eslabón más débil suele ser humano. Capacitar a colaboradores en reconocer correos sospechosos, enlaces falsos o intentos de phishing es tan importante como instalar un antivirus. Una pyme preparada reacciona más rápido ante intentos de fraude.
2. Contraseñas robustas y autenticación en dos pasos
Una contraseña débil es como dejar la puerta entreabierta. Usar gestores de contraseñas y activar la verificación en dos pasos agrega una barrera extra que complica cualquier intento de intrusión.
3. Respaldo periódico de la información
No se trata de si un ataque ocurrirá, sino de cuándo. Tener copias de seguridad en la nube o en dispositivos externos permite recuperar datos críticos y reducir pérdidas en caso de ransomware o fallas técnicas.
4. Actualizar sistemas y software
Los ciberataques suelen aprovechar vulnerabilidades conocidas en sistemas desactualizados. Mantener siempre al día el sistema operativo, plugins y aplicaciones es una práctica básica que muchos descuidan.
5. Red segura para trabajar
El trabajo remoto creció, y con él, la exposición a redes poco seguras. Establecer el uso de VPNs y segmentar la red interna de la empresa ayuda a minimizar riesgos.
6. Definir protocolos claros de seguridad
No alcanza con tener herramientas: hay que establecer qué hacer ante una filtración de datos o un intento de ataque. Contar con un protocolo escrito y comunicado evita la improvisación en situaciones críticas.
7. Aliarse con expertos
Las pymes no siempre pueden tener un departamento de IT propio, pero sí pueden apoyarse en partners estratégicos que brinden soporte, monitoreo y asesoría especializada en seguridad digital.
La mirada estratégica
La ciberseguridad no es solo un asunto técnico, sino estratégico:
“Una marca que pierde la confianza digital queda herida. La seguridad no es un gasto, es una inversión que protege el activo más valioso: la relación con los clientes.”
Con más de 25 años de experiencia en marketing y estrategia digital, Murúa enfatiza que la ciberseguridad debe pensarse como parte integral del crecimiento empresarial. Porque no se trata solo de proteger datos: se trata de proteger la reputación.
Conclusión
La ciberseguridad dejó de ser opcional para las pymes. Adoptar estas prácticas esenciales no solo reduce riesgos, sino que fortalece la confianza y la competitividad en un mercado cada vez más digitalizado.